martes, 24 de abril de 2007

Obituario

Lo vi por ahí, y me encantó. Se trata de lo siguiente:

¿Qué diría tu obituario?

Si mandan respuestas entretenidas, les pondré lo que quiero que diga el mío.

Al final de la ronda, entregaremos un premio al más creativo. De qué índole, ni idea. Si ha leído algo este blog, sabrá que el dinero no es mi amigo.

Jueguen!


Estado de Cosas


A veces pasa que una idea se presente en forma más menos simultánea en la vida, desde diversas fuentes, por distintos lados. En ese minuto, cuando uno se percata de que muchas señales llevan hacia un determinado concepto, es cuando se siente el llamado a acudir, por así decirlo, hacia esa idea, realizarla de alguna manera, hacerla patente y presente. La libertad es, por estos días, ese concepto recurrente en mi vida. Libertad de elegir, de no elegir, de ser elegido. Libertad para entregar. Libertad de elegir vivir sin personas o conductas, propias o ajenas, de lo nocivo. Elegir, en definitiva, vivir feliz. Elegir una vida con cosas que vencer, y no con problemas que solucionar. La vida es simple. La vida es sencilla. Pero nadie dice que sea fácil.
Un abrazo a los que creen.
El resto... PPQL

Foto tomada de www.escapefromcubiclenation.com

domingo, 15 de abril de 2007

Lembrança da mia familia

El blog anduvo medio botado estas semanas, por varios motivos, el más poderoso de los cuales, la visita de mi primo de Brasil, su señora, uno de sus hijos y dos amigos suyos (del hijo) a mi casa. Visita que duró dos semanas, casi, con todo lo que significa alojar a cinco. Pero no vaya a pensar querido lector, querida lectora, que digo con esto en el tono del reclamo, la cosa es diferente. La visita de los brasileiros tuvo mucho menos de invasión de lo que se piensa, y generaron en mi hogar y en este humilde (?) servidor efectos insospechados: llenaron nuestras vidas de luz.
Lo primero que generó el paso de esos seres magníficos fue la absoluta hospitalidad, la sincera y desinteresada ausencia de reticencias en cada uno de los que habitamos la casa. Hay que hacer fila para el baño, no importa, ahí nos arreglamos, hay que dormirse más temprano, no importa, hay que comer por partes o apilados en una mesa sorprendida de aguantar tantos platos, ni un drama. Los tres más jóvenes, como es de esperar, se colgaron casi sin fin de internet, salvo cuando las exigencias de su tarea en tierras chilenas los sacaban del teclado (el periplo de ellos tres, desde el relato de mi primo, por canchas nacionales será tema para una próxima edición). Así y todo, mi familia, siempre hospitalaria, pero jamás sin mañas, actuó como un sólo frente de acogida, felices, plenos. Y no digo que con el pasar de los días nos fuimos adecuando ni nada parecido, desde el primer minuto la cosa fue así, natural, sin refunfuños ni fruncimientos de parte corporal alguna.
Lo segundo fue la cantidad de vida que agregaron a la vida familiar. Por la naturaleza, edades y labores de los habitantes de mi casa, los ritmos de vida y la cantidad de color por metro cuadrado iban en franco descenso, casi hasta la desaparición. Sin embargo la calidez y alegría de vivir de los visitantes, los colores, los sonidos, las palabras, la vida, en fin, que trajeron a las paredes y a los lugares sólo puedo describirla, ahora, desde su ausencia: hoy la casa parece más triste, más quieta, más fría. Sin embargo dejaron un legado, en mi al menos, y sospecho que en los míos, que será difícil de borrar, así pase el tiempo, y es que ver su manera de amar, entre ellos y a los demás, y a la vida misma, por gastada que sea, a ratos, la frase, fue justamente lo que me hacía falta para confirmar muchas de mis convicciones. Muchas de mis decisiones. Porque de pronto vi realizadas todas mis intenciones para mi propia vida, vi en carne ajena mis deseos para mi propia existencia. Vivir en el amor, sin reservas, sin tanta medición, filtro, información, simplemente entregarse. Con inteligencia, claramente, con la debida cautela, pero sin prejuiciar. Hoy, los seres mágicos van de vuelta a su tierra. Pero quedan acá, en la memoria, que no en el recuerdo, en los rincones más asoleados e iluminados del alma. Obrigado!!

PD: debo la foto