En la tele vi a un tipo dándole patadas, puñetazos, agarrones y empujones a una mujer por el sólo hecho de que ella era de otro país. Ella, asustada, herida, no atinaba a mucho, y quienes estaban cerca nada hicieron por defenderla, muy naturalmente. El tipo fue atrapado y el país está repudiándolo a más no poder. Al menos algo de decencia.
En mi país se intenta regularizar la situación de más de veinte mil inmigrantes ilegales, para que puedan tener acceso básico a salud y demases, pero también para que junto con esos derechos tengan los deberes que con ellos vienen. Enhorabuena, diría un español. Sin embargo ya surgen voces de las de siempre, de las podridas, de las neo-nadies, de todos aquellos que sienten que la identidad propia pasa por la exclusión del resto. Antes de que uno solo de los inmigrantes haya hecho ni el principio de un trámite, ya hay resistencia, en un display de mentalidad bananera en que es más fácil odiar al extranjero que vivir con él. Pero cuando hay que hacer algo por el país no hay nadie. Ojo, yo tampoco hago nada por
PS: el tipejo, según acabo de leer en www.emol.cl, de donde saqué la foto, declara por toda disculpa que "estaba muy borracho"... una disculpa que ni a mis amigos se la acepto. Hijo de puta.
PS2: desde hoy, Palabras Simples publicará con letra más grande, para facilitar la lectura.