Ha pasado un tiempo considerable desde que escribí la última vez y han pasado toneladas de agua bajo mi puente. Casi cinco meses ya en esta hermosa sinfonía de la paternidad, en esta bellísima aventura de ser familia, de ser amor. Cada día ameritaría cinco, seis entradas, y el tiempo, enemigo de todos, se ha hecho escaso, o al menos, he preferido dedicarlo a otras cosas distintas de escribir. Como sea, la perspectiva de un padre le da a uno ritmos distintos a los de antes, y tal vez cinco meses de ausencia no son tanto, si se mira con cuidado. Iremos compartiendo largo y tendido algunas de las nuevas cosas. Daremos, sin duda, la descarnada opinión que merecen tantas idioteces, prebaricaciones, de plano maldades y equivalentes sustantivos tan visibles, tan patentemente tangibles en el último tiempo. Las Palabras Simples vuelven a la carga. Tantas cosas cambiaron, mejoraron, en realidad, que este, muy sinceramente, comienza de a poco, de nuevo, a ser un blog recién nacido.
viernes, 24 de abril de 2009
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1 comentarios:
Camilo, amigo... a veces me tocó marcarte el camino, a veces me tocó compartirlo, ahora me toca que lo marques tú. Me faltan apenas dos semanas (si no menos) para empezar a vivir lo mismo que tú. Lo mismo en forma, consciente de que es una experiencia tan única.
Un abrazo, amigo... no importa que no escribas, es tiempo de disfrutar. Por ahí sería bueno que, cuando nazca mi hijo Fernando, conozcamos mutuamente a nuestros hijos... ¡cuándo habría dicho eso en ese lejano 1993 en que nos conocimos!
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