domingo, 24 de mayo de 2009

Domingo

Curioso resulta ver cómo un día que muchos denostan por su fomedad, por su quietud, por su falta aparente de emoción y adrenalina, es considerado como un tesoro cuando se trabaja a horarios diferentes a la mayoría. Un domingo libre es no solo un derecho legal dos veces al mes, sino una delicia de descanso que sólo ahora se aprecia. Suele ocurrir que uno debe hacer trámites, gestiones, burocráticas necesidades que llenan nuestras horitas de ciudadanos registrados. Suele ocurrir que si el día libre cae el miércoles, por ejemplo, uno gasta el miércoles haciendo esas cosas. Lo hermoso del domingo libre es que aunque se quiera, no se puede tramitar nada un domingo ¿Qué queda? Vsitar con tu familia la casa que te albergará, soñar ya con concreción dónde irá el sillón, dónde la mesa, dónde metemos tal o cual bártulo. Hermosa tarea de proyectar lugares. Luego la siesta, breve, pero efectiva, la once sencilla, la madre amorosa. En un domingo libre descanso el triple que en cualquier otro asueto. Celebro, pues, la ventura de los domingos.

1 comentarios:

Fran dijo...

bellisima... pense k iba a vivir con la sola idea de su existencia...
bellas creaciones...
ni mencionar el parecido ridiculamente evidente....
saludos... todos