Pantomima policial y botellas de pintura.

Ella, como algunos sabrán, estudia en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE, conocida también por su antigua identidad como Instituto Pedagógico dependiente de la Universidad de Chile o, simplemente, "El Pedagógico" o, ya más para los amigos, "El Peda". Protagonista siempre de disturbios, barricadas y cuna de acción de encapuchados de todo tipo, se ha ganado una fama tal que, a la mera mención del nombre del establecimiento, el imaginario colectivo reacciona con escozor y cierta cuota de temor. El humor popular ya ha bautizado al Pedagógico como el Piedragógico y vieja es ya la broma de que los alumnos tienen asignaturas y cursos como "Molotov I y II" y "Resistencia a gases lacrimógenos y su impacto en el organismo" y un sinfín de frasecillas astutas por el estilo.
Estas semanas de movilización estudiantil - independiente de si tienen demasiado sentido o no - han mostrado, sin embargo, una cara que ya viene mostrando el estudiantado del Peda hace algunos meses y que dice relación con la movilización pacífica y el repudio a los disturbios y, sobretodo, a ese cobarde personajucho de nuestra faunilla nacional conocido como "el encapuchado". Tanto es así, que durante estas movilizaciones la UMCE, otrora escenario de escandalosas turbamultas y verdaderas batallas campales entre Carabineros y los estudiantes (?), no se produjo desmán alguno. No hubo daño mayor a la propiedad, no hubo bombas incendiarias. Nada de eso. No hubo encapuchados. La universidad estuvo en toma, es cierto, y adherida como la que más a las protestas y movilizaciones, sin duda, pero siemrpe en paz. Tanto así que ayer en la mañana fueron desalojados por orden y petición del rector y no hubo desorden alguno, fue todo en forma totalmente pacífica.
Pero en las noticias, pese a todo, quedó otra imagen. Carabineros armó un bello rinconcillo con elementos encontrados en las dependencias que usaban los alumnos - laboratorios de Química, entre ellos - que demostraban, según declaró el funcionario policial a cargo, la posibilidad de la fabricación de molotovs: cajas de aserrín, algunas botellas de las que colgaba un pedazo de trapo amarillo, siquiera 5 o 6 unidades, algunas botellitas de pintura (la explicación es de antología "pintura, que se utiliza... normalmente... en casos de alteración al orden público") y otra serie de pertrechos que, puestos así en su rinconcito, junto además a "elementos químicos que supuestamente serían utilizados para material explosivo", intentaban dar la imagen de que los alumnos de la toma dedicaron sus días a maquinar un siniestro arsenal. ¿Debo decir mi opinión? ¿Debo expresar que 6 botellas, una bolsa de aserrín para aislar el suelo de la humedad, pintura para hacer pancartas y una botella de cloro, más ácido y diversos químicos ENCONTRADOS EN EL LABORATORIO DE QUIMICA suenan más a querer dar una explicación rápida que a una investigación policial seria? ¿Debo hacerlo? ¿Decir que huele mal todo esto? No es un caso grave, ni nada parecido. Lo que indigna es que nos tomen por idiotas. Señores, los admiro profundamente por su labor y realmente no imagino un país sin policías, en su gran mayoría abnegados, mal pagados, que resguardan el orden y la paz. Pero no me vengan con sandeces, por favor.
Explicar cualquier cosa, presentarla a la opinión pública, teniendo por base única un puñado de coincidencias vagas, y sobretodo, la fama de la UMCE y, de ello y por ello, apelar al prejuicio (juicio previo) colectivo para establecer valor de verdad sobre una sospecha, es una aberración. Ni siquiera el periodista de Chilevisión se preocupó mucho de ocultar su incredulidad y su leve tono irónico al presentar los hechos. Así que la próxima vez que tenga usted aserrín, botellas, cloro y pintura en su casa, tenga cuidado. Lo pueden acusar de incendiario. Sobretodo si otros habitantes de su casa han hecho bombas en el pasado. ¿Debo decirlo?

Cuánta ridiculez.

La noticia, mostrada por Chilevisión, siguiendo este link