Es cierto que la cosa anda mal, pero lo de los medios y de la sociedad en general es impresentable. Una cosa es que nos vendan mentiras, manipulaciones de la verdad y trabajos tendenciosos de edición y presentación de “los hechos” en diarios y noticiarios – todos sabemos perfectamente de quién y para quién son los medios en Chile – pero muy distinto es que las compremos, las comamos sin mascar, las traguemos sin saborear.
Basta de que nos vendan, antes, miedo, ahora, caos. El plan de transportes no es perfecto, claramente, pero es mucho mejor de lo que nunca ha habido en Santiago. Mucho mejor de lo que muchos merecen: el simio que pasa sin pagar, que se cuela por detrás, que arma desmanes en las aglomeraciones, que acosa y manosea a las mujeres en el metro, el simio que por alguna treta del destino presentó un buen proyecto y ganó licitaciones de recorridos clave, pero que a la hora de cumplir su parte del trato hace boicots, deja los buses guardados de tal a tal hora, aparte de darle condiciones deplorables a los conductores. El problema de Transantiago, señores míos, es de la gente, de su cabeza de mono, de su cultura del pillo, de cagarse a la mayor cantidad de entidades posibles, por que el ego así lo necesita, el débil siempre se fortalece agarrando la hebra más mínima, la menor de las briznas de poder. No me vengan con huevadas. La cosa no está ni siquiera parecida a lo que vemos en las noticias. Es tan obvio el intento de algunos de boicotear, que no merece análisis ni mención. NO es noticia el 80 por ciento de cosas que sí funcionan. Sólo lo son 3 o 4 esquinas con dramas. Ayer era la delincuencia. Hoy transportes. La cosa es que siempre hay algo que vender, un nuevo miedo, una nueva sensación de desamparo. El problema va a ser cuando nos traten de vender al Salvador, al Mesías, y, como idiotas, lo votemos, lo compremos. No me vengan con huevadas.
2 comentarios:
Changos! y yo creia que esa idiosincracia de los transportistas era exclusiva de mi país.
Besote
Navarrete todavía está sacando micros de circulación cuando se le para el culo. Ayer la estación de metro La Cisterna colapsó en la mañana por lo mismo.
Hasta cuando!
Hasta cuando con la mafia!
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